Nace en Weymouth (Inglaterra) en 1785. A la edad de tres años su madre le llevó a Chertsey, a vivir con su abuelo, un oficial retirado de la marina. Chertsey es una región idílica, e hizo que naciera en Peacock un amor por la vida rural en general y hacia el Támesis en particular, que nunca abandonó. A los seis años asistió a una escuela privada, que dejó cuando tenía 12 años, siendo ésta la única educación formal que recibió. Gustaba de leer todo lo que encontraba, especialmente literatura clásica. Es un autodidacta. Leía con gran rapidez y llegó a convertirse en uno de los mayores eruditos de la literatura clásica de su tiempo.
Empezó su carrera literaria en 1806, con un volumen de versos, del que Palmira era el más importante: una meditación sobre la ciudad en ruinas.
Peacock se consideraba como un poeta de la soledad, que buscaba las sombras y meditaba sobre lo transitorio de la vida. En esta época se enamora de una chica de la vecindad, amores con un triste final, ya que se casa con otro y muere un año más tarde, dejando para siempre una profunda huella en Peacock. En 1812 conoce a Shelley, traban una gran amistad hasta que en 1918 Shelley abandona Inglaterra y Peacock no lo volvió a ver. Continuó siendo su agente, mantuvieron una correspondencia frecuente y memorable y a la muerte de Shelley tomó la honrosa tarea de ejecutar su testamento.
Peacock fue un maestro de la sátira y de la ironía y nos muestra esa amplia gama de matices que pueblan la jornada del hombre en su camino hacia la liberación, del absurdo de su condición humana y de la seriedad aparente de sus propias tradiciones; del sentido del humor anglosajón, ese humor sin carcajadas y muchas veces sin sonrisas. En muchas de sus obras Peacock traza una deliciosa sátira de todas las posturas y maneras que el Romanticismo trajo consigo.
Escribió novelas, poemas, ensayos, teatro y cuentos. Destacan de su producción:
* Headlong hall
* Melincourt
* Nightmare abbey
* The misfortunes of elphin
* Crotchet castle
* Gryll grange