Abrahel es un demonio súcubo que, en figura de doncella, enamoró a un pastor de la aldea de Bremm (Alemania).
Abrahel se entregó al pastor a cambio de la vida de su hijo , al que mató dándole a comer una manzana envenenada. Ante la desesperación del pastor por su complicidad en el asesinato de su hijo, Abrahel se le apareció de nuevo y le prometió devolver la vida al niño muerto a cambio de que el pastor lo adorase como a Dios. El padre así lo hizo y se postró de hinojos ante la falsa doncella, al tiempo que su hijo regresaba de la muerte, pero no con la lozanía de la juventud, sino pálido y demacrado porque estaba poseído por el demonio. Pasado un año, el demonio abandonó con gran estrépito el cuerpo del niño, quien cayó fulminado y desprendiendo un fétido hedor. La criatura fue enterrada fuera del cementerio, en secreto y sin ceremonial alguno.