
Lorrain abarcó todos los campos de la creación literaria: poesía, cuento, novela, crítica literaria y teatro. Amigo de Huysmans, Leon Bloy, Barbey d´Aurevilly.....protector de Marcel Proust
(con el que llegó a batirse en duelo). Homosexual declarado y aficionado al éter, Lorrain fué, sobre todo, un cronista feroz de su época, cuya burguesía no le perdonó jamás ni el cínico e implacable retrato que de ella trazó ni su excentrica vida y aficiones.
Toda su obra está impregnada de las características que definen a los mejores narradores franceses de finales del siglo XIX: pesimismo, complacencia en el vício y fulgurante búsqueda de paraisos artificiales. Su novela "el maleficio", cuyo personaje central, el perverso señor de Phocas resume por si solo todo el espíritu decadente de la época y constituye una feroz y despiadada crónica mundana del París nocturno y cosmopolita de la Belle Epoque.
Sus "cuentos de un bebedor de éter" componen un insólito festival de alucinaciones, una especie de baile de máscaras en donde los fantasmas nacidos del éter se mezclan con los espectros del más allá.