"Cuando el mundo llegó a su vejez, y del espíritu de los hombres se escapó la capacidad de maravillarse; cuando ciudades grises elevaron hacia los cielos cubiertos de humo altas torres lóbregas, a cuya sombra a nadie le era posible soñar con el sol ni con las praderas que la primavera cubre de flores; cuando la ciencia le arrancó a la tierra su manto de belleza, y los poetas no cantaban ya sino a distorsionados espectros, productos de una visión introvertida y confusa, cuando estas cosas sucedían, y las esperanzas infantiles se habían desvanecido para siempre, hubo un hombre que viajó fuera de la vida, en busca de los ámbitos a los que habían huido los sueños del mundo."
Este hombre fue H.P. Lovecraft (1890-1937), autor de obras como El caso de Charles Dexter Ward, El horror de Dunwich, Los mitos de Cthulhu y En las montañas de la locura, hoy aclamadas por millones de lectores y por la crítica mundial, pero en su tiempo ignoradas por todos. Lovecraft murió en el más completo anonimato, en la indiferencia más lamentable.
H.P. lovecraft se nos revela en sus obras como un genio incapaz de luchar con el ritmo de su tiempo. Después de un matrimonio desastroso, se encierra sucesivamente en una serie de casas lúgubres y tenebrosas de Nueva Inglaterra, donde acaba por enloquecer y morir.
La propia vida de Lovecraft se convirtió en el espejo deformante de aquellos personajes que pueblan toda su onírica creación.
