Borges advirtió que su lectura puede conducir a la locura. Vargas Llosa las llevó al teatro. Disney produjo una película animada con el cuento de Aladino. Y los nombres de Alí Babá o Simbad el marino suenan familiares en los cinco continentes. Las mil y una noches es una obra fascinante explicada por su portentosa magnitud narrativa. Por contra, se menosprecia una característica determinante y tema universal, las mil y una noches están llenas de sexo. Todos los seres humanos tenemos uno. Y hay incluso quien tiene más.
Sus narraciones se tocan, se mezclan, se engendran unas de otras, se adoptan y se contaminan, hasta que resulta difícil señalar cuál es la madre o la pareja de cual otra.
Las mil y una noches es una bacanal narrativa en la que se celebra el gozo de los sentidos y el del intelecto. Los temas de estos cuentos son los mismos que encontramos en Shakespeare o en Cervantes: el poder, la aventura, los viajes, la traición o el amor.
