sábado, 9 de agosto de 2014

PASOS


     Cuando estás dentro de mí.....¿por qué me incitas a acariciarme al mismo tiempo? Te siento, de modo que.....¿por qué debo tocarme a mí misma?
Has reconocido que, al hacerte el amor, te obligo a tener más conciencia de tu cuerpo.
Así es, pero hacerme eso a mí misma parece perverso.
¿Sin duda, te estimula y excita más aún?
Sí, por cierto.
Entonces, simplemente, entrégate a lo que sientes: disfruta de ese conocimiento. Los amantes no son caracoles: no necesitan salir de su caparazón y encontrarse a mitad de camino. Encuéntrate conmigo dentro de tu propio yo.
Nunca pensé en eso como lo ves tú: eso, no se me ocurriría naturalmente. Pero, tú.....¿Qué sientes? Te necesito a ti, a ti solamente. Pero más allá de ti y de mí juntos, me veo cuando nos hacemos el amor. Es esa visión de mí mismo como amante tuyo lo que quiero retener y hacer más real.
Pero tú me quieres tal como soy, aparte de ti.....¿no es eso?
No te conozco aparte de mí. Cuando estoy solo, cuando tú no estás aquí, ya no eres algo real: después me limito a volver a imaginar.
Por lo tanto, sólo me necesitas para proporcionarte un escenario en el cual puedas proyectarte y verte y ver cómo tus experiencias desechadas vuelven a cobrar vida cuando me afectan. 
¿Tengo razón? Tú no necesitas que yo te ame; sólo me necesitas para que me abandone a los sueños y fantasías que me inspiras. Lo único que te hace falta es prolongar ese impulso, ese momento.
                                                                                             Jerzy Kosinski