Hay que entornar prudentemente
las ventanas, las puertas,
clausurar la gatera con cartones,
en verano, ahora,que
no penetre la flama de la siesta,
y conservar
una penumbra amena
en que dormirse oyendo
la intermitente y lenta
agonía de las moscas, que conviene
tratar un rato antes
con flix a grandes dosis. Hay.
Y sobre todo hay,
en beneficio de futuros veranos,
que no salir a la calina, no,
y callar de calor o morir de despiste ante
el cigarramen que se desgañita.
Felipe Núñez Balizamiento para un aterrizaje nocturno