-¡Tengo sífilis!
gritaba Cabeza de huevo junto a las tiendas indias de Damstraat con una botella de vino en la mano y pedía monedas y ofrecía a todo el mundo un trago.
-Tienes monedas en el bolsillo puedo escuchar su ruido.
¿Quieres un poco de vino?
les gritaba Cabeza de huevo muy cerca de las caras asustadas.
Y nadie le daba dinero y nadie bebía de la botella de Cabeza de huevo que estaba alegre y glorioso y libre.
-¡Tengo sífilis!
decía echando un trago y expiaba las caras mientras el vino le corría por la garganta y reía hasta romperse las costillas.
-¿Queréis beber?
Pero, ¿qué color tenía el rostro de Cabeza de huevo?
¿Cúal era realmente su color?
¿Y quién iría a beber de esa botella?
¿Quién podría posar sus labios en esa botella?
Cabeza de huevo se sentó en un escalón del Dam y se quedó un rato en silencio mirándose las botas sucias y jugando con un tornillo que había encontrado en la calle.
-¡Tengo sífilis!
aullaba de pronto y se quedaba mudo de nuevo con la botella vacía entre las piernas.
-Que haya un buen cielo para todos murmuró por fin mientras seguía jugando con el tornillo.
-Que haya un buen cielo para todos volvió a decir
O for a clear blue sky.
siguió diciendo Cabeza de huevo.
Raúl Núñez people (1972)