En Diálogo de mujeres, dos interlocutores discuten sobre las mujeres -Alethio, que las ataca, y Filenio, que las defiende-.
Castillejo propone la teoría de que el hombre fue creado para el placer y para ello puede y debe disfrutar libremente de las mujeres, aunque no alcance a éstas la misma libertad. La obra está salpicada de numerosas expresiones escandalosas para su tiempo, y fue condenada por la Inquisición.