En Berlín hace amistad con E.T.A. Hoffmann, el famoso autor de los "Cuentos fantásticos", y en la tertulia en la que concurren otros escritores nace la idea de escribir cuentos para niños. A Contessa le gustan los proyectos colectivos, con Adalbert von Chamisso, el autor de "El hombre que perdió su sombra", con E.T.A. Hoffmann y con Fouqué también escribió una novela titulada "Novela del caballero de los cuatro". En los tiempos del romanticismo alemán en que escribía Contessa estaban de moda las narraciones folklóricas, las canciones y los cuentos populares.
Todos sus cuentos tienen lugar en bosques sombríos y en valles rodeados de altas montañas y en los que aparecen los temas tradicionales, repetidos infinitamente, pero que nunca cansan: el origen desconocido del héroe, que se desvelará al final, el talismán que prodigiosamente va a salvar de situaciones difíciles a su poseedor, la serie de obstáculos que el héroe debe de ir venciendo para lograr su objetivo, el espíritu protector, la fuerza de la Naturaleza y el feliz desenlace.
De toda su producción literaria destacan dos cuentos: "El banquete" y "La espada y las serpientes"
