Escribió poesía, teatro y novela. Lo representativo en Asturias es la novela. En todas las suyas muestra una marcada preocupación social. Vivió desde 1955 en el exilio y desde 1966 hasta su muerte en París donde fue embajador de su país, Guatemala.
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967.
La prosa de Miguel Angel Asturias es siempre exquisita, sobria, poética, con aire de verso, y en la que el autor cuida mucho lo plástico. Lo que más impresiona de su obra es la mezcla de lo irreal-mágico con lo real. Asturias resulta un autor de primerísima categoría al poder aunar en sus obras la calidad literaria máxima y la riqueza humana y urgente de su mensaje, mensaje este siempre de índole social y de una profunda preocupación por el hombre. Esta preocupación atraviesa toda su obra. Va desde la primera, Leyendas de Guatemala (1930) hasta sus obras más comprometidas en las que denuncia la explotación del hombre por el hombre. Sus obras más importantes son: El señor presidente, La trilogía bananera, Los ojos de los enterrados, Mulata de tal y, sobre todo, Leyendas de Guatemala.