Oveja negra de una notable familia de artistas franceses consagrados a la arquitectura teatral en las principales cortes de Europa.
Se aparta del oficio familiar y se inicia en la carrera literaria, pero, cuando empezó a lograr un cierto éxito, tuvo que huir de Francia, acusado de violar a una niña de tres años.
Sus novelas exaltan el placer amoroso acompañado del sentimiento, oponiéndose al libertinaje arrollador de la literatura erótica imperante en el siglo XVIII. Su narrativa se ha visto siempre rodeada de un halo de insidiosa perversión, por su evidente erotización de la vida, por su insistente "voyeurismo", por la fascinación que ejerce un relato donde las fronteras entre lo verdadero y lo falso quedan permanentemente disimuladas.
Su obra más importante, "La muñeca", se desarrolla en el París de Luis XV, donde un joven abate en busca de amoríos olvida a la vendedora que le había interesado al ver una muñeca bellísima por la que literalmente queda seducido. La compra, la lleva apresuradamente a su casa y ante su estupor, la muñeca cobra vida. Se trata de una sílfide, que le iniciará en el arte de la seducción y el amor.