No estoy seguro de que yo exista, en
realidad. Soy todos los autores que he
leído, toda la gente que he conocido, todas
las mujeres que he amado. Todas las
ciudades que he visitado, todos mis
antepasados (...).
Quizá me hubiera gustado ser mi padre,
que escribió y tuvo la decencia de no
publicar (...).
Nada, nada, amigo mío; lo que le he dicho:
no estoy seguro de nada, no sé nada.
Imagínese que ni siquiera sé la fecha de mi muerte...
Sánchez Dragó 1981