Así pues, al séptimo día
La serpiente descansó.
Dios vino a él.
"He inventado otro juego", dijo
La serpiente
Contempló sorprendida a aquel intruso.
Pero Dios dijo: "¿Ves esta manzana?
La exprimo y mira... : sidra",
La serpiente bebió un buen trago
Y se curvó en una pregunta.
Adán bebió y dijo: "Sé mi dios".
Eva bebió y se abrió de piernas
Y llamó a la astuta serpiente
Y le dio gusto.
Dios corrió a decírselo a Adán
Quien, ebrio de ira, trató de ahorcarse en el huerto.
La serpiente intentó explicarse, gritando "¡Alto!, ¡Alto!
Pero la sidra le hacía tartamudear
Y Eva empezó a chillar: "¡Violación!, ¡Violación!
Y a patearle la cabeza.
Ahora, siempre que la serpiente aparece, Eva grita:
"¡Que viene! ¡Que viene! ¡Socorro!"
Y Adán estrella una silla contra su cabeza,
Y Dios asiente complacido.
Y todo se va al infierno.
Ted Hughes Cuervo (1985)