Fue curiosa la forma en que conocí a Gloria. También ella intentaba entrar en el mundo del cine, pero esto no lo supe hasta más tarde. Salía un día de los estudios de la Paramount, calle Melrose abajo, cuando oí que alguien gritaba, "¡Eh! ¡Eh!", me volví y allí estaba ella, que venía corriendo y haciendo señas con la mano. Me paré, devolviéndole el saludo.
Cuando llegó a mi altura, jadeando y dando muestras de nerviosismo, me dí cuenta de que no la conocía.
-Maldito autobús -dijo
Miré alrededor y vi que a una manzana de distancia corría el autobús calle abajo, hacia Western.
-¡Vaya! -murmuré- pensé que me hacía señas a mí...
-Y ¿Por qué iba a hacerle señas? -preguntó.
Me reí.
-No sé -dije- ¿vamos en la misma dirección?
-Será mejor que vaya andando a Western -dijo, y emprendimos juntos la marcha hacia allí.
Y así fue como comenzó todo....
Horace McCoy (1897-1955)