Anécdota
Un día, en un jardín de C......., Alfred Jarry (1873-1907) se divierte descorchando champán a balazos. Al otro lado de la cerca, la dueña del chalet vigila a sus hijos. Al llegar algunas balas hasta allí, aparece con su atuendo de provinciana y se introduce ceremoniosamente en el jardín. Indica al ama de casa que ella no ha alquilado un campo de tiro, y añade, muy digna, que sus niños podrían ser víctimas del juego.
"¡Eh!, interviene Jarry, que eso no le preocupe, señora, le haremos otros".