Un hombre extraño, que viste una levita gris totalmente deteriorada por el uso y que aparece constantemente en el relato, simboliza al diablo sediento del alma o de la sombra de los hombres. Recordemos que en la Cábala, "sombra" significa "alma" o "espíritu".
Una persona que no tiene sombra es algo así como un descarnado, un desdichado ser que se halla en otro plano; lo que hace que todos le teman y le huyan.
Pedro Schlehmil vendió su alma a cambio de incalculables riquezas, pero ello no le aportó más que tribulaciones y desgracias y su precipitación al abismo.
La moraleja de esta deliciosa historia es que cada uno de nosotros perdemos nuestra vida ganándonosla, vendiendo nuestro limitado capital vital a cambio de una falsa abundancia que nada tiene que ver con la verdadera riqueza. Cambiamos nuestra alma por una sombra, por humo, por la inconsistencia.