Influido por la situación española de la guerra civil, incorpora a su poesía una muy clara postura política que le lleva a ingresar en el partido comunista en 1942.
Diversas obras suyas aparecidas en ese período -Poésie et vérité (1942), Dignes de vivre (1944), etc-, proporcionaron las letras a algunos himnos y canciones de la resistencia.
Su poesía amorosa plantea el abandono de la posesión en un intento de renovar constantemente las contradicciones entre los sexos. En Corps mémorable (1948), escrito tras la muerte de su segunda mujer, y la Inmaculada Concepción (1930), presenta la certeza del total triunfo del amor. Esta convicción la mantendría en la La Rose publique (1934), Le temps débordé (1947), Phenix (1951), y en algunos pasajes de Château des pauvres (1953), aparecida al año de su fallecimiento, sin que sus penosas circunstancias personales interrumpieran su dolorosa felicidad.