de casernarios paredones donde
Hansel
y Grettel
morirían
de amargura
Bestias pardas
incapaces de sedas:
no sabéis
diferenciar un clavicordio
de una locomotora disfrazada
A la fiesta galante del trabajo cantado
nadie os invitará: podéis quedaros
jugando en los cuarteles a ver quién es más
macho
y darle (es cosa vuestra) gusto al dedo
acariciando el clítoris
del máuser siempre presto a calentarse.
Anibal Núñez Cartapacios (1972)