sábado, 30 de noviembre de 2019

Angelus Novus

     "Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas.
Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies.
Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo.
Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso"

                                                                                                    Walter Benjamin  (1892-1940)

jueves, 28 de noviembre de 2019

Gomory

    
      Audaz y poderoso duque de los infiernos que, al mando de veintiséis legiones, acostumbra a aparecerse bajo la forma de bella mujer con corona ducal sobre la cabeza y montada en un camello. 
Adivina el pasado y el futuro, descubre tesoros ocultos y posee la facultad de encender la llama del amor en los corazones de las mujeres casadas y de las doncellas.

martes, 26 de noviembre de 2019

Mandrágora

    
      Planta propia de los países mediterráneos. Su raíz es semejante al cuerpo humano y pueden distinguirse en ella la cabeza, el tronco y las extremidades. Fue considerada como muy eficaz afrodisíaco. En el Génesis, Raquel pide a Lia que le dé "las mandrágoras de su hijo" para que despierten su apetito sensual y pueda concebir.
Sus hojas brillan de noche, pero al arrancar la raíz aúlla de forma tan espeluznante que muere de terror todo el que la escucha. El buscador de mandrágora debe llevar los oídos taponados con cera y, tras haber trazado con una espada tres círculos en el suelo y después de haber cavado la tierra que abarcan, debe atar la raíz al rabo de un perro, a ser posible negro. Se pegan al animal unos bastonazos y, al saltar, arranca la planta, que profiere su terrible alarido. El perro cae muerto en el acto, y el herbolista, provisto de guantes, se apodera de la planta.

viernes, 22 de noviembre de 2019

La vocación, o la versatilidad


     -¿Acepta usted gastar para siempre este instante de su vida escuchando a Bach?
     -Sí, sí, acepto.
     -Piense que cuando muera ya no podrá vivirlo de nuevo, reclamarlo.
     -Acepto igual. Bach me vuelve transparente como un pez muy delgado.
     Así responde. Pero, a poco de empezar la música, la deja, viene y escribe este cuentito.
                                                                                            César Fernández Moreno (1919-1985)



miércoles, 20 de noviembre de 2019

Las cuatro bestias

     En el año primero de Baltasar, rey de Babilonia, tuvo Daniel un sueño, y vio visiones de su espíritu mientras estaba en su lecho. Enseguida escribió el sueño.
Vi irrumpir en el mar Grande los cuatro vientos del cielo y salir del mar cuatro bestias diferentes. La primera era como león con alas de águila. Le fueron arrancadas las alas y se puso sobre los pies a manera de hombre y le fue dado corazón de hombre.
La segunda bestia, como un oso, tenía entre los dientes tres costillas; le dijeron: levántate y come mucha carne.
La tercera, semejante a un leopardo, con cuatro alas de pájaro sobre el dorso, y cuatro cabezas; le fue dado dominio.
La cuarta bestia era sobremanera fuerte, terrible, espantosa, con grandes dientes de hierro: devoraba y trituraba, y las sobras las machacaba con los pies. Era muy diferente de las anteriores y tenía diez cuernos, de entre los cuales salió otro pequeño, y le fueron arrancados tres de los primeros, y el nuevo tenía ojos humanos y boca que hablaba con gran arrogancia.

                                                                                        Daniel, 7-9.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Clarissa Harlowe

   
      Heroína de la novela de igual titulo escrita por Samuel Richardson (1689-1761). Clarissa Harlowe, joven de buena familia y posición, perseguida por su propia familia, se confía a un hombre cuyos vicios se ocultan bajo las más atrayentes cualidades. Clarissa también debe de luchar en defensa de su virtud contra este pérfido seductor, Lovelace, que, con el pretexto de ayudarla a salir de su casa para evitar un casamiento forzado, se propone deshonrarla. Lovelace se vale de un narcótico para seducir a Clarissa y poder así, yacer con ella. Como consecuencia de este engaño, ella, perdida su dignidad y su honor, lo odia, enferma y se deja morir. Un amigo de Clarissa reta a duelo a Lovelace, quien se deja herir y muere.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Al meter el pie en el agua.....


     "Al meter mi pie y pierna en agua muy caliente, la primera impresión fue idéntica a la de haberlos metido en agua muy fría. Esta identidad volvió a ocurrir cuantas veces saqué la pierna para verter agua caliente de la caldera, y cuantas veces la volví a meter. ¿Cómo explicar esto en un lenguaje filosófico despojado de teorías corpusculares? Definir la repugnancia en lenguaje filosófico. ¿No es siempre acaso, a fe de materialista, una sensación de estómago en conjunción con una idea? ¿Cual es la causa de esa sensación de frio que acompaña a la inhalación tras haber comido pastillas de menta? "

                                                      Samuel Taylor Coleridge (1772-1834)

viernes, 8 de noviembre de 2019

La pagoda de Babel

      Ese cuento del agujero en el suelo, que baja quién sabe hasta dónde, siempre me ha fascinado. Ahora es una leyenda musulmana; pero no me asombraría que fuera anterior a Mahoma.
Trata del sultán Aladino; no el de la lámpara, por supuesto, pero también relacionado con genios o con gigantes.
Dicen que ordenó a los gigantes que le erigieran una especie de pagoda, que subiera y subiera hasta sobrepasar las estrellas. Algo como la Torre de Babel. Pero los arquitectos de la Torre de Babel eran gente doméstica y modesta, como ratones, comparada con Aladino. Sólo querían una torre que llegara al cielo. Aladino quería una torre que rebasara el cielo, y se elevara encima y siguiera elevándose para siempre. Y Dios la fulminó, y la hundió en la tierra, abriendo interminablemente un agujero, hasta que hizo un pozo sin fondo, como era la torre sin techo. Y por esa invertida torre de oscuridad, el alma del soberbio sultán se desmorona para siempre. 
                                                                                                 G.K.Chesterton (1874-1936)

miércoles, 6 de noviembre de 2019

La salamandra

      - Grillo, amigo mio, ¿has muerto que permaneces sordo a mi silbido y ciego al resplandor del incendio?
Pero el grillo, por muy afectuosas que resultaran las palabras de la salamandra, nada dijo, ya porque dormía con mágico sueño, ya porque tuvo el gusto de enfadarse.
-¡Oh! ¡Cántame tu canción, como cada noche! Desde tu escondrijo de ceniza y hollín tras la placa de hierro escudada con tres heráldicas flores de lis...
Tampoco respondió el grillo. Y la salamandra, desconsolada, bien aguardaba oír la voz, bien zumbada con la llama de cambiantes colores rosa, azul, amarillo, blanco, violeta.
-¡Ha muerto mi amigo! ¡Ha muerto, yo también quiero morir! -Las sarmentosas ramas se habían consumido, la llama se arrastró sobre las brasas, dijo adiós a la cremallera, y la salamandra murió de inanición.
                                                                                                         
                                                                                                  Aloysius Bertrand (1807-1841)