sábado, 24 de septiembre de 2016

El obispo atascado

     Es algo bastante singular que la idea que algunas personas piadosas tienen de los juramentos, es decir de las palabras o frases que puedan ofender a Dios; se imaginan que algunas letras del alfabeto dispuestas según cómo, pueden, en un sentido, agradar infinitamente al Altísimo o ultrajarlo cruelmente en el otro, y este prejuicio es sin duda uno de los más poderosos de todos los que ofuscan a la gente devota.
Entre esta gente escrupulosa se encontraba un antiguo obispo de Mirepoix que pasaba por ser un santo: yendo un día a ver al obispo de Pamiers, su carroza se atascó en los caminos horribles que separan estas dos ciudades: por mucho que se insistió, los caballos se negaban a hacer esfuerzo alguno.
-Monseñor -dijo por fin el cochero tímidamente- mientras vos sigáis dentro, mis caballos no darán un paso.
-¿Pero y por qué? -replicó el obispo.
-Resulta que es absolutamente necesario que jure, y su Grandeza se opone a ello; no obstante, dormiremos aquí si su Excelencia no me lo permite.
-En este caso -decidió el benévolo obispo al tiempo que se persignaba-, jura hijo mío, pero muy poco. El cochero juró, los caballos tiraron, monseñor volvió a subir... y llegaron a su destino sin más incidentes.
                                                          Marqués de Sade  Cuentos e historias


martes, 20 de septiembre de 2016

Caballero de Parny (1753-1814)

   
     Evariste-Desiré de Forges (Caballero de Parny). Poeta francés nacido en 1753.
En 1778 publicó unas Poesías eróticas de tono voluptuoso y delicado y, en 1779 editó su obra más importante, el poema La guerra de los dioses antiguos y modernos. Los dioses del Olimpo invitan a la Trinidad cristiana a un banquete en el que, entre otros disparates, la Virgen María se emborracha con vino, Cristo crucificado se emociona con el escote de la Magdalena, los ejércitos de Apolo combaten a las virginales tropas de Judith con métodos poco frecuentes en la táctica militar y Príapo viola a las vírgenes del Paraíso. Al final, la victoria cristiana se debe a la milagrosa intervención de San Príapo, y el sexo acaba triunfando sobre la continencia.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Seda

     Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, traslucía un vago aire femenino.
Para vivir, Hervé Joncour compraba y vendía gusanos de seda.
Era 1861. Flaubert estaba escribiendo Salambó, la luz eléctrica era todavía una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería.
Hervé Joncour tenía treinta y dos años.
Compraba y vendía.
Gusanos de seda.

                                                                                      Alessandro Baricco  (1958,)

Shikibu Murasaki (978-1014)



     Escritora japonesa nacida en el año 978 en el seno de una importante familia de la nobleza.
Se casó y, tres años más tarde, se quedó viuda y se retiró del mundo para entregarse al estudio y a la escritura. Tuvo fama de mujer virtuosa, excepción en el ambiente frívolo de su tiempo. Escribió la Genji Monogatari o Historia de Genji, una de las obras maestras de la literatura universal. La terminó de escribir hacia el año 1004, y en ella narra la interminable serie de aventuras amorosas del príncipe Genji, de la propia Murasaki y de otros personajes de la sociedad cortesana, estéticamente refinada y de costumbres licenciosas y entregada al placer erótico sin preocuparse del futuro ni del pasado. La situaciones escabrosas se resuelven con elegancia y poesía, y es siempre más lo que se sugiere que lo que se dice.
La obra ha sido comparada al Decamerón y a Las mil y una noches, pese a sus evidentes diferencias.

jueves, 15 de septiembre de 2016

En los mares del Sur (R.L. Stevenson, 1850-1894)

     Cuando a finales de junio de 1888 Robert Louis Stevenson se embarca en la goleta Casco para emprender un largo viaje por el Pacífico, con la vana esperanza de encontrar un clima ideal que le ayude a curar la tuberculosis que seis años más tarde le llevará a la tumba, da inicio a una experiencia inolvidable que le inspiraría dos novelas, The Wrecker y The Ebb-Tide, una colección de relatos, Islands Night´s Enterteinments y el soberbio libro de viajes que es En los mares del Sur, obra maestra en su género y, sin duda, el mejor libro de viajes de todo el siglo XIX.
En esta obra, dividida en cuatro partes, Stevenson describe sus viajes a bordo del Casco, el Equator y el Janet Nicholl por las islas Marquesas, las Pomutú y las Gilbert. Su visión está continuamente dominada por la idea de la muerte, que toma un carácter todavía más dramático y sombrío en contraste con los paradisíacos paisajes de los archipiélagos y con la belleza física y la vitalidad de sus habitantes.

lunes, 5 de septiembre de 2016

El sueño de Peter Pan

     Cada vez que hay luna llena yo cierro las ventanas de casa, porque el padre de Mendoza es el hombre lobo y no quiero que se meta en mi cuarto. En verdad no debería asustarme porque el papá de Salazar es Batman y a esas horas debería estar vigilando las calles, pero mejor cierro la ventana porque Merino dice que su padre es Joker, y Joker se la tiene jurada al papá de Salazar.
Todos los papás de mis amigos son superhéroes o villanos famosos, menos mi padre que insiste en que él sólo vende seguros y que no me crea esas tonterías. Aunque no son tonterías porque el otro día Gómez me dijo que su papá era Tarzán y me enseñó su cuchillo, todo manchado con sangre de leopardo.
A mí me gustaría que mi padre fuese alguien, pero no hay ningún héroe que use corbata y chaqueta de cuadritos. Si yo fuera hijo de Conan, Skywalker o Spiderman, entonces nadie volvería a pegarme en el recreo. Por eso me puse a pensar quién podría ser mi padre.
Un día se quedó frito leyendo el periódico y lo vi todo flaco y largo sobre el sofá, con sus bigotes de mosquetero y sus manos pálidas, blancas como el mármol de la mesa. Entonces corrí a la cocina y saqué el hacha de cortar la carne. Por la ventana entraban la luz de la luna y los aullidos del papá de Mendoza, pero mi padre ya grita más fuerte y parece un pirata de verdad. Que se cuiden Merino, Salazar y Gómez, porque ahora soy el hijo del Capitán Garfio.
 

                                                                                            Fernando Iwasaki

viernes, 2 de septiembre de 2016

VIVE y deja VIVIR (Neorrealismo Italiano)


    El Neorrealismo constituye uno de los periodos más fructíferos y relevantes de un cine nacional como el italiano, cuya influencia e importancia en la Historia del Cine es incontestable. La convulsión estética que supuso la llegada del neorrealismo fue una de las últimas revoluciones cinematográficas, con una relevancia y trascendencia que aún se notan en parte del cinema que hoy por hoy intenta transmitir algo más que espectáculo y juegos de artificio basados en la progresiva digitalización del arte más expresivo y popular de los últimos cien años.

 ROMA CITTÀ APPERTA (Roberto Rosellini, 1945)
    
"En la Roma ocupada por los nazis la gente intenta sobrevivir como puede, al mismo tiempo que una gran mayoría participa a su modo en la lucha antifascista.  Pina Francesco preparan su boda a pesar de los tiempos que corren y de que él lucha en la clandestinidad contra los nazis y colaboracionistas. Acogen en su casa a Manfredi, un jefe de la resistencia romana que acaba siendo traicionado por su amante, en manos de la Gestapo gracias a que alimentan su adicción a los barbitúricos y tiene tendencia a la vida fácil. También aparece don Pietro, el párroco del barrio, que constantemente ayuda a la causa antifascista. También unos niños secundan la lucha, a su manera. En el transcurso de la película Pina morirá sobre el asfalto de los disparos de los alemanes, Manfredi morirá bajo tortura y don Pietro será fusilado..." Pero la lucha continúa.




CACCIA TRÁGICA (Giuseppe de Santis, 1946)


"La guerra acaba de terminar y en la región de Emilia un veterano desocupado junto algunos compañeros, entre los que hay una mujer, roban el dinero de un furgón. Este transporte se dirigía a una cooperativa y los fondos sustraídos estaban destinados a pagar el arrendamiento de la tierra, la pequeña cabaña que poseen y diversos utensilios de labranza.
Los ladrones huyen cogiendo un rehén y los agricultores cooperativistas, que a causa del robo ven comprometido su futuro, van en su persecución y dan caza a los ladrones. Sin embargo, averiguan que los verdaderos organizadores de la fechoría son otros propietarios, que han sido instigados por el terrateniente del lugar para socavar los esfuerzos de los cooperativistas por salir adelante. Al final, el veterano es capturado, pero los agricultores, comprendiendo que también él es una víctima, lo dejan marchar, tirándole encima unos cuantos terrones de tierra para indicarle cual será el camino que deberá recorrer".

 SCIUSCIÀ (Vittorio de Sica, 1946)



"Dos niños abandonados en la calle sobreviven como limpiabotas y, para intentar ganarse algunas liras, se ven implicados en un atraco, lo que les lleva directamente a un reformatorio. Aquí entran en contacto con una dramática realidad, donde los abusos y la violencia son algo cotidiano.
En el intento de huida uno de ellos muere".





Continuará .....



    

martes, 30 de agosto de 2016

Todo es para bien

    

     En un pueblo se mueren todas las gallinas y preguntan al sabio los motivos. Él les responde que todo es para bien. Poco después los perros quedaron paralizados y el sabio volvió a contestar que todo era para bien. A continuación los fuegos se apagaron, el volvió a repetir que era para bien.
Llegaron más tarde unos ladrones muy peligrosos que no tenían escrúpulos en matar. El cabecilla se detuvo y observó que las gallinas estaban muertas, los perros paralizados y no había humo en las chimeneas. Se preguntó ¿Qué sitio es este? Y siguieron su camino sin entrar en ese pueblo.
Todos se salvaron de ser masacrados.

                    Alejandro Jodorowski

sábado, 27 de agosto de 2016

Las hazañas de un joven don Juan (1910)

      
     Las hazañas de un joven don Juan completan junto a las  Las once mil vergas, la obra erótica de Apollinaire (ver entrada en el Ojo.... 31/7/2015). Durante años fue impresa en pequeñas ediciones clandestinas de corto tiraje y reducidas siempre a un selecto grupo de iniciados.
Apollinaire, el autor de Alcoholes, Caligramas, La Roma de los Borgia, Casanova, El poeta asesinado, describe en este texto sus fantásticas exploraciones sexuales, con el lenguaje sencillo y fresco del erotismo adolescente.



miércoles, 24 de agosto de 2016

El cuchillo

     Hoy, al revolver el baúl del desván, mis manos tropezaron otra vez con el cuchillo. Es viejo. Lo he visto infinidad de veces, desde mi infancia. Según me dijeron, vino de Japón, junto con otras cosas que dejó mi abuelo al suicidarse. Ya no sirve para nada, y me pregunto si alguna vez sirvió para algo. A mí no me sirve ni de cortapapeles, pues la hoja es demasiado larga y en curva.
¿Para qué lo conservo? La verdad es que no soy yo quien lo conserva, él se conserva solo.
Simplemente está ahí, se queda ahí. Y hoy, al tropezar con él, he pensado en tirarlo. Pero, ¡qué resistencia! No lo puedo poner de patitas en la calle. Se prende a mi vida, con fuerza. Se quedará conmigo, ya lo veo, hasta el final. Donde voy, va él, entre los muebles de la mudanza. Por lo visto no tiene otro sitio donde ir y permanece a mi lado. No nos decimos nada. Sólo tenemos de común el tiempo que pasamos juntos. Inútil, inútil mi voluntad de tirarlo a la basura. ¿Qué querrá? Empiezo a preocuparme. Al empuñarlo me tira de la mano y su hoja me roza el vientre.
                                                            Enrique Anderson Imbert  (1910-2000)

lunes, 22 de agosto de 2016

Diego de Torres Villarroel (1693-1770)

     Escritor, matemático y astrólogo español nacido en Salamanca en 1693.
Hijo de un librero, su carácter aventurero y rebelde le hicieron llevar la vida pícara y desordenada del estudiante golfo de la época; motivo por el que huye a Portugal, donde actúa como falso médico, ermitaño, buhonero, soldado desertor, titiritero y torero. De regreso a España, obtiene cierto renombre gracias a la publicación de unos almanaques astrológicos firmados con el seudónimo de Gran Piscator de Salamanca.
En sus obras, Torres Villarroel aparece como un desconcertante y audaz innovador verbal que gusta de recrearse en lo crudo y grotesco con un sarcasmo y un tono burlón digno del propio Quevedo a quien rinde homenaje en su obra Visiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo por la Corte.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Los calzones de San Francisco

  
     A media noche, horrendos gritos daba
una casada y confesión pedía
diciendo que a pedazos se moría
de un cólico que atroz la atormentaba.
Llámose a un reverendo franciscano
que era su confesor... y de antemano
estaba prevenido
para ver de pegársela al marido
y gozar con la dama sus placeres:
que estos discurren frailes y mujeres.
Luego con la ninfa se halló a solas
quitóse el reverendo los calzones
y, con el taco libre de prisiones,
la hizo, sin más ni más, tres carambolas.
                                                                           Samaniego  (1745-1801)

lunes, 15 de agosto de 2016

La carta

     Qerida bieja:
Como yo le desia antes de venirme, aqui las cosas me van vién. Desde que llegé enseguida incontré trabajo. Me pagan 8 pesos la semana y con eso bivo como don Pepe el alministradol de la central allá.
La ropa aqella que quedé de mandale, no la he podido compral pues quiero buscarla en una de las tiendas mejores. Digale a Petra que cuando valla por casa le boy a llevar un regalito al nene de ella.
Boy a ver si me saco un retrato un dia de estos para mandálselo a uste.
El otro dia vi a Felo el ijo de la comai María. El está travajando pero gana menos que yo.
Bueno recueldese de escrivirme y contarme todo lo que pasa por alla.
Su ijo que la qiere y le pide la bendision.
Juan”

Después de firmar, dobló cuidadosamente el papel ajado y lleno de borrones y se lo guardó en el bolsillo de la camisa. Caminó hasta la estación de correos más próxima, y al llegar se echó la gorra raída sobre la frente y se acuclilló en el umbral de una de las puertas. Dobló la mano izquierda, fingiéndose manco, y extendió la derecha con la palma hacia arriba.
Cuando reunió los cuatro centavos necesarios, compró el sobre y el sello y despachó la carta.

                                                                 José Luís González  (1926-1996)

sábado, 13 de agosto de 2016

Algernon-Charles Swinburne (1837-1909)

     Escritor inglés nacido en 1837.
Pertenecía a la nobleza y estudió en la universidad de Oxford. Fervoroso lector de Gautier y Baudelaire, la lectura de Sade le permitió no solo realizar su descubrimiento literario sino encauzar una de sus grandes debilidades: la flagelación, a la que eran tan proclives los educadores de Oxford. Su único amorío fue con la amazona circense Adah Menken, quien no pudo superar las dolorosa situación a que le obligaba las inclinaciones del amante.
Su tragedia Chastelard, considerada como una de las más grandes obras del romanticismo inglés, fue recibida por la crítica con desdén debido a los delirios eróticos de su protagonista, al igual que su poemario Poemas y baladas. De entre su numerosa producción destacan también Laus Veneris, Atalante e Himno a Proserpina, obras en las que funde los elementos románticos y los clasicistas con singular sensibilidad y habilidad.
Sus excesos y su afición a la bebida motivaron el que cayera enfermo, a su depresión nerviosa y a su muerte en 1909.

jueves, 11 de agosto de 2016

Edward Sellon (1820-1868)

     
     Escritor inglés nacido en 1820.
De vida excéntrica y poco conocida, ejerció varios oficios que le permitieron dedicarse a escribir. Es autor de una autobiografía violentamente teñida de erotismo, Los altibajos de la vida; de una graciosa historia homosexual, Las aventuras de un estudiante o los horrores de una pasión juvenil; de una novela corta sobre las delicias del amor, El nuevo epicuro y de una apología épica de la flagelación, El libro de notas de las damiselas de hoy o las aventuras de Lady Lovesport y el audaz Harry, considerada como una obra clásica de la literatura pornográfica.

martes, 9 de agosto de 2016

Virginia Woolf (1882-1941)


     Escritora inglesa nacida en 1882.
Perteneció al llamado grupo de Bloomsbury, que acogía a escritores, pintores, críticos, etc, unidos en un común anhelo de belleza y en cierta libertad de costumbres.
Procedían de la clase burguesa y formaban un grupo selecto y elitista en el que la moral victoriana fue burlada por la especial inclinación de sus miembros a la homosexualidad.
Virginia Woolf realizó una obra difícil, personal y un tanto aséptica, destacando a la vez por su obra escrita como por su labor como editora y activista a favor de los derechos de la mujer.
Entre sus obras destaca Orlando (1929), en la que narra sus amores con la también escritora Vita Sackville-West.

Otras obras de la autora son: Mrs Dalloway, Fin de viaje, Al faro, Las Olas, Entre actos y Una habitación propia.
Woolf sufrió siempre de una cierta tendencia a la depresión, que la empujaría a acabar con su vida arrojándose a las aguas del rio Ouse con los bolsillos de su abrigo llenos de piedras en 1941.

sábado, 6 de agosto de 2016

Te quiero a las diez de la mañana

     Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
                                                                                                     Jaime Sabines

viernes, 5 de agosto de 2016

La obra maestra

    
     El mono cogió un tronco de árbol, lo subió hasta el más alto pico de una sierra, lo dejó allí, y, cuando bajó al llano, explicó a los demás animales:
-¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.
Y los animales, mirando aquello que veían allá en lo alto, sin distinguir bien qué fuere, comenzaron a repetir que aquello era una obra maestra. Y todos admiraron al mono como a un gran artista. Todos menos el cóndor, porque él era el único que podía volar hasta el pico de la sierra y ver que aquello solo era un viejo tronco de árbol. Dijo a muchos animales lo que había visto, pero ninguno creyó al cóndor, porque es natural en el ser que camina no creer al que vuela.
                     
                                                                                                                       Álvaro Yunque


sábado, 30 de julio de 2016

Cantar de Valtario

 
     El Cantar de Valtario es una de las joyas mas preciadas de las letras latinas medievales. Basado en una antigua saga germánica, el cantar narra las hazañas de Valtario, héroe godo en los años oscuros de las invasiones germánicas (siglo V). Es preso de Atila y huye con su prometida derrotando ejércitos a su paso.
Regresa triunfal a Aquitania y se casa con Hildegunda, su prometida.
La fluidez mágica del relato y la atmósfera irreal que envuelve los hechos narrados en el cantar hacen de su lectura una fantástica experiencia.
En cuanto a su autoría, los especialistas no se ponen de acuerdo, lo escribió un monje de un perdido monasterio, un tal Geraldo en el siglo XI o se le considera anónimo.


CUENTOS....


El pozo - Luis Mateo Díez
     Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. "Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.

 La mano - Ramón Gómez de la Serna
     El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado. Nadie había entrado en la casa, indudablemente nadie, y aunque el doctor dormía con el balcón abierto, por higiene, era tan alto su piso que no era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino. La policía no encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la esposa y la criada del muerto acudieron despavoridas a la Jefatura. Saltando de lo alto de un armario había caído sobre la mesa, las había mirado, las había visto, y después había huido por la habitación, una mano solitaria y viva como una araña. Allí la habían dejado encerrada con llave en el cuarto.
Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa corno si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano? Después de una larga pausa, al juez se le ocurrió darle la pluma para que declarase por escrito. La mano entonces escribió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el hospital y destrozado con ensañamiento en la sala de disección. He hecho justicia».

 Cantidad y calidad -  Alejandro Jodorowsky
     No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.

 Este tipo es una mina -  Luisa Valenzuela
     No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros.


jueves, 28 de julio de 2016

ULISES

     Yo, el paciente y sagaz Ulises, famoso por su lanza, urdidor de engaños, nunca abandoné Troya. Por nada del mundo hubiese regresado a Ítaca. Mis hombres hicieron causa común y ayudamos a reconstruir las anchas calles y las dobles murallas hasta que aquella ciudad arrasada, nuevamente populosa y próspera, volvió a dominar la entrada del Helesponto. Y en las largas noches imaginábamos viajes en una cóncava nave, hazañas, peligros, naufragios, seres fabulosos, pruebas de lealtad, sangrientas venganzas que la Aurora de rosáceos dedos dispersaba después. Cuando el bardo ciego de Quíos, un tal Homero, cantó aquellas aventuras con el énfasis adecuado, en hexámetros dáctilos, persuadió al mundo de la supuesta veracidad de nuestros cuentos. Su versión, por así decirlo, es hoy sobradamente conocida. Pero las cosas no sucedieron de tal modo. Remiso a volver junto a mi familia, sin nostalgia alguna tras tantos años de asedio, me entregué a las dulzuras de las troyanas de níveos brazos, ustedes entienden, y mi descendencia actual supera a la del rey Príamo. Con seguridad tildarán mi proceder de cobarde, deshonesto e inhumano: no conocen a Penélope.
                                                                                                              Ángel Olgoso

martes, 26 de julio de 2016

Claude-Henry de Fusée, abate de Voisenon (1708-1775)

      Literato francés nacido en 1708. Abraza la iglesia a consecuencia de los remordimientos derivados de su ajetreada juventud, en la que no faltaron los duelos y la entrega a la vida licenciosa. Su obra abarca una vertiente moral y humanística y otra fantástica y obscena. 
De entre sus novelas "licenciosas" destaca El sultán Misapouf y la princesa Grisemina, obra maestra de la fantasía juguetona y traviesa, publicada en 1746 y donde se narra las asombrosas aventuras que precedieron a la boda del sultán Misapouf con Grisemina, víctimas ambos de los sucesivos encantamientos que les llevaron a ser protagonistas de las más inverosímiles y equívocas situaciones.
Suya es también Ejercicios de devoción del señor Henry Roch con la señora duquesa de Condor, obra tan sacrílega y desvergonzada que mereció un puesto de honor en el Infierno de la Biblioteca Nacional de París.

lunes, 25 de julio de 2016

El jardín de Venus

     Aqueste, pues, embiste a la beata;
ella en sus movimientos se desata,
él se procura asir con fuerte mano
y la quiere cansar; pero es en vano,
porque al choque impetuoso
el árabe rijoso
se siente vacilante y, reculando,
pierde su dirección; así luchando,
barriga con barriga,
puede más que el deleite la fatiga,
y la virilidad del moro bravo
viene a quedar en un moco de pavo.
                                                                                                          
                                                                                   Samaniego

sábado, 23 de julio de 2016

Jack the Ripper blues

      Como no he conocido la intimidad, como
las manos
me muestran solamente su comercio con
peniques y anillos,
y puesto que el día es un lavabo donde flotan
pelos, y la noche
inalcanzablemente es otra vez el vientre
de donde me arrojó mi madre antes de que
nos ahogara la cerveza,
necesito este espejo triangular,
algo que me hunda en el misterio
para después, oculto en niebla
y respetabilidad,
mirar su roja nube,
lamerla sollozando.
             
         Julio Cortázar   (dedicado a Jack el Destripador)

miércoles, 20 de julio de 2016

Fabulilla del carajo que, harto ya de pecar, rindió su furia vagabunda

    
     Este que veis aquí, triste carajo,
pálido, desmedrado, ruin, canijo,
fuera en tiempos ya idos arquepijo
y rey de los cipotes a destajo.
¡Oh, el inclemente y fiero desparpajo
con que embestía contra el entresijo,
do lo hubiere! ¡Oh, el ardido amasijo
que escupía su fiero y gentil tajo!
Pero el tiempo pasó y la calentura,
y aquella máquina infernal de entonces
ya no es héroe ni de héroe es su figura.
¡Ay, la miseria en que pararon bronces!
¡Ay, el dolor con que dejó el trabajo,
quien fue carajo y terminó en badajo!
                                                                                           Camilo José Cela

lunes, 18 de julio de 2016

Poema

     Los cabellos negros se conservan difícilmente,
el cutis dorado cambia fácilmente,
los hombres no son como los pinos siempre verdes.
El renombre se desvanece, el provecho desaparece,
uno muere de pena si, en su juventud,
no ha gozado nunca el placer del libertinaje
y se lamenta como un rey en el exilio.
Por tanto, vale más escuchar a las cortesanas
y amar sin titubeo el oficio de las bellas mujeres.
El único placer en el mundo, si se considera bien,
que más que las riquezas y más que los honores,
merece ser gozado, el único placer verdadero
se encuentra en la alcoba.
-Al principio el placer, la tristeza al final: no vacilemos, amigos,
comamos y bebamos, del día hagamos noche,
temamos la campana que anuncia la mañana.
Abramos los ojos sobre el Yin y el Yang (1)
y despleguemos una gran pintura amorosa.

Yin- principio femenino
Yang- principio masculino
                                                                  Li-yun  (El tapiz del amor celeste)

sábado, 16 de julio de 2016

Bando sobre moral pública

     El señor alcalde-presidente de la villa de Santos de Maimona, Badajoz, dictó en el verano de 1968 un bando sobre moral pública que, como suele decirse, no tiene desperdicio.
He aquí algunos párrafos del bando:
   1.º Se prohíbe toda demostración pública de amor en calles, vías públicas y locales públicos que, además de no interesar a los vecinos en general, son un atentado al decoro público, mal ejemplo para menores y una tara moral para las propias personas que los ejecutan.
   2.º Se prohíbe a las parejitas pasear, desde el anochecer en adelante, por lugares solitarios, considerándose por tales todos los que se encuentran fuera del casco urbano, incluido carreteras, caminos, etc.
   3.º Los propietarios gerentes o encargados de locales y establecimientos públicos deberán invitar a abandonar el local a aquellas personas que puedan incluirse dentro de las normas de este bando...
   4.º La infracciones a las anteriores normas, además de ser sancionadas con arreglo a lo preceptuado... llevarán aparejadas la exposición pública, durante ocho días, de los nombres de los infractores en pizarras instaladas en los lugares de costumbre.

                                                                                                           Celtiberia Show  (1970)

jueves, 14 de julio de 2016

Vestir una sombra

       Lo más difícil es cercarla, conocer su límite allí donde se enlaza con la penumbra al borde de sí misma. Escogerla entre tantas otras, apartarla de la luz que toda sombra respira sigilosa, peligrosamente. Empezar entonces a vestirla como distraído, sin moverse demasiado, sin asustarla o disolverla.
La ropa interior, el transparente corpiño, las medias que dibujan un ascenso sedoso hacia los muslos. Todo lo consentirá en su momentánea ignorancia, como si todavía creyera estar jugando con otra sombra, pero bruscamente se inquietará cuando la falda ciña su cintura y sienta los dedos que abotonan la blusa entre los senos, rozando la garganta que se alza hasta perderse en un oscuro surtidor. Rechazará el gesto de coronarla con la peluca de flotante pelo rubio y habrá que apresurarse a dibujar la boca con la brasa del cigarrillo, deslizar sortijas y pulseras para darle esas manos con que resistirá inciertamente mientras los labios apenas nacidos murmuran el plañido inmemorial de quien despierta al mundo. Faltarán los ojos, que han de brotar de las lágrimas, la sombra por sí misma completándose para mejor luchar, para negarse. Inútilmente conmovedora cuando el mismo impulso que la vistió, la misma sed de verla asomar perfecta del confuso espacio, la envuelva en su juncal de caricias, comience a desnudarla, a descubrir por primera vez su forma que vanamente busca cobijarse tras manos y súplicas, cediendo lentamente a la caída entre un brillar de anillos que rasgan en el aire sus luciérnagas húmedas.
                                                                       Julio Cortázar  (Último round)


miércoles, 13 de julio de 2016

UN GRAN SILENCIO REINABA EN LA CIUDAD

     Sábato caminaba entre las gentes, pero no lo advertían, como si fuera un ser viviente entre fantasmas. Se desesperó y comenzó a gritar. Pero todos proseguían su camino, en silencio, indiferentes, sin mostrar el menor signo de haberlo visto ni oído.
Entonces tomó el tren para Santos Lugares.
Al llegar a la estación, bajó, caminó hacia la calle Bonifacini, sin que nadie lo mirase ni saludase. Entró en su casa y se produjo una sola señal de su presencia: Lolita mudamente ladró con los pelos erizados. Gladys la hizo callar, irritada: estás loca, pareció gritarle, no ves que no hay nadie
Entró a su estudio. Delante de su mesa de trabajo estaba Sábato sentado, como meditando en algún infortunio, con la cabeza apretada sobre las dos manos.
Caminó hacia él, hasta ponerse delante, y pudo advertir que sus ojos estaban mirando al vacío, absortos y tristísimos.
-Soy yo -le dijo.
Pero permaneció inmutable, con la cabeza entre las manos.
-Soy vos, insistió.
Pero tampoco se produjo ningún indicio de que el otro lo oyera o lo viese. Ni el más leve rumor salió de sus labios, no se produjo en su cuerpo ni en sus manos el más ligero movimiento.
Los dos estaban solos, separados del mundo. Y, para colmo, separados entre ellos mismos.
De pronto observó que de los ojos del Sábato sentado habían comenzado a caer lágrimas. Con estupor sintió entonces que también por sus mejillas corrían los característicos hilillos fríos de las lágrimas.                                                   
                                                                   Ernesto Sábato   ( Abaddon, el exterminador)


lunes, 4 de julio de 2016

"Noche de Reyes"

     "Los Reyes son los padres", le habían dicho en el cole. "Los Reyes son los padres"; las palabras resonaban en su mente mientras, acostado y con la luz apagada, esperaba a oír los ronquidos en la habitación contigua. "La noche de Reyes te quedas despierto y cuando tus padres ya duerman les registras la casa, y ya verás cómo encuentras juguetes escondidos...".
Por fin los oyó. Esperó un rato más, que cogieran bien el sueño, y luego se levantó y salió de su cuarto. Anduvo descalzo y sin encender la luz, pues sus padres dormían con la puerta abierta; conocía bien la casa, y una vez se le acostumbró la vista no le costó guiarse en la semipenumbra.
El único lugar donde podían haber escondido juguetes era el armario trastero; no entendía cómo no se le había ocurrido nunca antes, era tan obvio. Quizá por eso, porque era demasiado obvio.
Y, en efecto, allí estaban, envueltos en papel de colores. Aunque no podía ver cómo eran, distinguía sus formas y tamaños, y al tocarlos percibía sus texturas: esto es un pijama, esto es Gi Joe, esto es un patinete...
Los Reyes son los padres. Volvió a meter los juguetes en el armario, entró en la cocina, cogió un cuchillo de trinchar y se dirigió al dormitorio de donde salían los ronquidos.
El policía, tembloroso, apenas pudo balbucir: "¿Por qué?".
-No me trajeron la PlayStation.
                                                                                              Enrique Mora Tudela

miércoles, 29 de junio de 2016

Los brahmanes y el león

En cierto pueblo había cuatro brahmanes que eran amigos. Tres habían alcanzado el confín de cuanto los hombres pueden saber, pero les faltaba cordura. El otro desdeñaba el saber; sólo tenía cordura. Un día se reunieron. ¿De qué sirven las prendas, dijeron, si no viajamos, si no logramos el favor de los reyes, si no ganamos dinero? Ante todo, viajemos.
Pero cuando habían recorrido un trecho, dijo el mayor:
-Uno de nosotros, el cuarto, es un simple, que no tiene más que cordura. Sin el saber, con mera cordura, nadie obtiene el favor de los reyes. Por consiguiente, no compartiremos con él nuestras ganancias. Que se vuelva a su casa.
El segundo dijo:
-Mi inteligente amigo, careces de sabiduría. Vuelve a tu casa.
El tercero dijo:
-Esta no es manera de proceder. Desde chicos hemos jugado juntos. Ven, mi noble amigo. Tú tendrás tu parte en nuestras ganancias.
Siguieron su camino y en un bosque hallaron los huesos de un león. Uno de ellos dijo:
-Buena ocasión para ejercitar nuestros conocimientos. Aquí hay un animal muerto; resucitémoslo.
El primero dijo:
-Sé componer el esqueleto.
El segundo dijo:
-Puedo suministrar la piel, la carne y la sangre.
El tercero dijo:
-Sé darle vida.
El primero compuso el esqueleto, el segundo suministró la piel, la carne y la sangre. El tercero se disponía a infundir la vida, cuando el hombre cuerdo observó:
-Es un león. Si lo resucitan, nos va a matar a todos.
-Eres muy simple -dijo el otro-. No seré yo el que frustre la labor de la sabiduría.
-En tal caso -respondió el hombre cuerdo- aguarda que me suba a este árbol.
Cuando lo hubo hecho, resucitaron al león; éste se levantó y mató a los tres. El hombre cuerdo esperó a que se alejara el león para bajar del árbol y volver a su casa.
                                                                                   
                                                                                                 Cuento anónimo hindú







domingo, 19 de junio de 2016

Prescripción facultativa

     El médico fue taxativo. Tiene que ser así; no podemos criticar a estos profesionales, porque cuando se muestran severos lo hacen por nuestro bien.
Le dijo:
-Desde este momento, cambio total de régimen. Olvídese de las cosas que le gustan y empiece a acostumbrarse a las que no le gustan. Si obedece, podrá vivir aún algunos años.
Salió del consultorio con el alma a los pies, porque despedirse de los bellos momentos siempre invita al pesimismo, aunque sea a cambio de la promesa de durar más.
Cruzó la calle a tientas, sin fijarse en el semáforo, y lo aplastó una furgoneta de la Tintorería Esperanza. Uno de esos transeúntes que acuden siempre a toda prisa, intentó reanimarlo, y recogió del accidentado unas palabras balbuceantes:
-Para este viaje, no se necesitaban alforjas...
-¿Qué dice? -quiso saber el benemérito ciudadano que lo socorría.
-...Sobre todo -añadió el herido-, cuando hay quien me acaba de vaciar las alforjas.
-¿Qué quiere decir? -insistió el hombre diligente.
Pero ya no obtuvo respuesta, porque el enfermo grave acababa de morir de otra cosa.

                                                                                                Pere Calders  (1912-1994)

jueves, 16 de junio de 2016

Sátira

    
     La sátira es una especie de espejo en el cual, quienes la utilizan, descubren por lo general, las caras de todos excepto la propia; ésta es la principal razón de la amable recepción que encuentra en el mundo, y de que sean tan pocos quienes se ofendan por ella. Pero, aunque sucediera de otro modo, el peligro no es grande; y yo he aprendido por experiencia a no temer nunca a aquellos a los que haya podido provocar, pues la ira y la furia, aunque añaden fuerza a los nervios del cuerpo, parece no obstante que relajan los de la mente, y tornan todos sus esfuerzos débiles e impotentes.
Existe un tipo de cerebro que sólo puede ser espumado una vez; que su propietario lo administre con discreción y maneje sus pequeñas reservas con economía, pero, sobre todas las cosas, que se cuide mucho de exponerlo a los azotes de otros mejores, porque eso sólo le haría incurrir en impertinencias, y no encontraría nuevas reservas. Pues efectivamente el ingenio sin sabiduría es una especie de nata, que por la noche se acumula en la superficie, y basta una mano hábil que la agite para convertirla en espuma, pero una vez retirada esa espuma, lo que queda no servirá para nada excepto para ser arrojado a los cerdos.
                                                                                Jonathan Swift  (1667-1745)

Vaciedad de los sueños

    
     Vanas y engañosas son las esperanzas del insensato, y los sueños exaltan a los necios. Como quien quiere agarrar la sombra o perseguir el viento, así es el que se apoya en los sueños. El que sueña es como quien se pone frente enfrente de sí: frente a su rostro tiene la imagen de un espejo. ¿De fuente impura, puede salir cosa pura? Y de la mentira, ¿puede salir verdad? Cosa vana son la adivinación, los agüeros y los sueños; lo que esperas, eso es lo sueñas.
                                                                   Leído por ahí...

miércoles, 15 de junio de 2016

El sueño de Salomón


     Salomón ofreció mil holocaustos en el altar de Gabaón. Se le apareció Yahvé en sueños y le dijo: "pídeme lo que quieras." Salomón respondió: "¡oh, Yahvé! me has hecho reinar en el lugar de David, mi padre, no siendo yo tu siervo más que un mocito, que no sabe por dónde ha de entrar y por dónde ha de salir; da a tu siervo un corazón prudente para juzgar a tu pueblo innumerable y poder discernir entre lo bueno y lo malo." Agradó al Señor la petición de Salomón: "por haberme pedido esto y no larga vida para ti, ni riquezas, ni la vida de tus enemigos, sino entendimiento para hacer justicia, te concedo lo que me has pedido; y te doy un corazón sabio e inteligente como no ha habido otro ni lo habrá después. Y añado lo que no has pedido: riquezas y glorias tales, que no habrá en tus días rey alguno como tú; y si andas por mis caminos como lo hizo David, tu padre, prolongaré tus días." Despertóse Salomón, regresó a Jerusalén, se presentó ante el arca de la alianza de Yahvé, ofreció holocaustos y sacrificios eucarísticos, y dio un banquete a todos sus servidores.
                                                                                         Génesis, 28, 10-17

martes, 14 de junio de 2016

No hay prisa en abrir los ojos


     Tras las cortinas se adivinaba ya la luz aún manchada de sombras, pero serían –pensó– las ocho, la hora de levantarse, como todos los días de su vida. ¿Por qué? Se removió en la cama y sintió el cuerpo magullado por la batalla de cada noche, la colcha caída, sábanas arrugadas, las cenizas de tanta gente soñada y muerta doliéndole en la almohada endurecida, pero las siete de la mañana le habían parecido siempre temprano, y las nueve demasiado tarde. Sólo por eso. No había otra razón. ¿Qué prisa tienes? No abras los ojos, no hay prisa. ¿Quién le hablaba? ¿Oía otra voz o se hablaba a sí mismo? Sigue ahí, descansa. No abras los ojos. La noche ha sido terrible y te ha vencido. Sigue durmiendo, abre los ojos hacia ti mismo, mira dentro de ti, donde aún te late el corazón, donde están las cenizas de los que habitan tus sueños en las sombras. Pero eran ya las ocho, ¡las ocho! Y abrió los párpados, y no halló cosa en que poner los ojos, que no fuera recuerdo del olvido.
                                                                                                      Medardo Fraile

sábado, 11 de junio de 2016

Borges responde...

     ¿Ud. cree que hay otra vida?
No. Tengo la confianza de que no haya ninguna otra y no me gustaría que la hubiera. Yo quiero morir entero. Ni siquiera me gusta la idea de que me recuerden después de muerto. Espero morir, olvidarme y ser olvidado.
     ¿Y nunca le interesó la pintura?
Sí; me han impresionado mucho Rembrandt, Turner, Velázquez, Tiziano; me han impresionado algunos pintores expresionistas. En cambio, algunos a los que es ritual admirar, como el Greco, nada. El concepto del cielo que él tenía, lleno de obispos, arzobispos, de mitras, se parecería al concepto que yo tendría del infierno... La idea de un cielo eclesiástico me parece espantosa, de un cielo parecido al Vaticano. Posiblemente le desagrado al decirle esto, ¿no? Pero si el cielo del Greco era eso, estaría deseando ir a otro lado. Lo habría hecho por sentir nostalgia del Purgatorio o del Infierno. Pero en el caso del Greco, esto se debe a que él no creía en esas cosas y se nota esa indiferencia en los cuadros. Él estaba seguro de que no había otra vida, entonces, "para quedar bien", pintaba todos esos obispos.
     ¿Qué músico le interesa?
No sé si tengo derecho a nombrarlo, porque no lo entiendo: Brahms. Creo que es la única música fuera de las milongas o los espirituales o el cante jondo que me emociona. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que no tengo derecho a admirarla, porque si me preguntaran en que difiere de otras o en qué consiste, o en qué teorías está basada, no sabría decirlo. La siento de un modo físico, pero tal vez lo importante sea eso, y quizás sea la definición de la poesía también, lo que uno siente como poesía inmediatamente, cuando lo oye. Yo estoy oyendo continuamente rachas así de poesía por la calle. Oigo que la gente más cotidiana y más vulgar dice frases muy lindas y que las dice sin darse cuenta, con inocencia.
                                                     María Esther Vázquez entrevista a Borges (1973)

viernes, 10 de junio de 2016

El ratón en la pared

     Eso ya está visto: esta noche ayuno. Esperaba que se hiciera oscuro para salir de mi escondrijo y buscarme la comida, cuando ha empezado a llegar gente y se han puesto a hacer luz, a hablar y a moverse por todas partes. Hay una mujer con un niño, un viejo que los acompaña, y, además, los pastores de los alrededores. Son hombres, por tanto, perseguidores de mi raza, y no hay que dejarse ver. Me toca quedarme aquí, entre estas dos piedras removidas, espiando lo que sucede.
Y siento que el hambre me debilita. Esperaba encontrar alguna migaja de pan que se le hubiera caído hoy al labrador y algunos granos de trigo que se hubieran quedado entre la paja, como otras noches. Pero no hay solución. Salir de aquí no me conviene. Los pastores han encendido fuego y se ve como si fuera de día. En cuanto me descubrieran me aplastarían con sus zapatos herrados.
No se sabe lo que están haciendo ahí dentro. Por la noche no suele haber más que el buey y el asno, y de ellos no tengo miedo. Casi diría que somos amigos, aunque sean mucho mayores que yo. Esos cabreros están ahí, alrededor del pesebre, con los ojos abiertos, como si adoraran a ese niño que acaba de nacer. Sólo Dios sabe qué habrá ocurrido para maravillarse tanto y hacer tanta fiesta. A mí me parece un niño como los demás, y también los niños, cuando pueden, se divierten torturando a mis hermanos. Yo, de verdad, no tengo ningunas ganas de adorarlo como hacen estos villanos. Tanto más, que si sufro hambre es por su culpa. Si le dejaran solo, me gustaría divertirme mordiéndolo
                                                                       Giovanni Papini

miércoles, 8 de junio de 2016

Poesía anónima africana

     La poesía tradicional africana representa uno de los mayores tesoros de su literatura. Poesía anónima, trasmitida por tradición oral de generación en generación, que expresa las concepciones mitológicas y religiosas, los valores éticos, las gestas legendarias de sus héroes culturales, el rito, los cantos de alabanza a reyes y dioses, los aconteceres cotidianos. el amor, la desolación provocada por la muerte .....
La poesía tradicional ha permanecido siempre limitada a las sociedades tribales y sólo en época reciente se ha comenzado a recoger sistemáticamente este material y a traducirlo a otros idiomas, pues se temía que perdiera toda su musicalidad debido al carácter tonal de casi todas las lenguas africanas.
La oralidad y el anonimato son rasgos universales de la poesía antigua africana. Las obras de los poetas se convierten rápidamente en bien común. Al pasar de boca en boca, van enriqueciéndose, hasta transformarse en creación colectiva. Cada individuo del grupo se considera con derecho a aportar algo de sí a la herencia que ha recibido de sus antepasados.
Existen individuos cuya misión consiste en ser "la memoria del grupo", verdaderas bibliotecas vivientes encargadas de conservar las tradiciones de su tribu.
    
Canción de cuna   (poema Koruba, Costa de Marfil)

Y Tú, ¡oh, Torkia!
Montoncito de flores,
Entre la muchedumbre pasarás,
Por ti los hombres la razón perderán.
¡Cuántas bellezas parís vosotras, oh, mujeres,
Para dejarlas entre las manos de los hombres!