miércoles, 18 de julio de 2018

Clubs de libertinos


    Sociedades londinenses de los siglos XVII y XVIII, cuyos aristocráticos miembros hacían gala de sus muy disparatadas aventuras. Los socios del Club de los Mohawks se paseaban por la ciudad cortando las orejas de los desdichados viandantes con los que se cruzaban. En el Club del Baile, la danza no tenía más fin que la excitación sexual entre sus miembros. Los cofrades del Club de la Peluca estaban orgullosos de su emblema: una peluca hecha con el vello púbico de la amante del rey Carlos II. Los socios de este club se comprometían a obtener una especie de tributo de sus propias esposas quienes podían besar la peluca y hasta ponérsela durante algún tiempo. El club escocés Begger´s Benison estaba especializado en la masturbación comunitaria, su insignia era un falo metálico, hueco y de tamaño natural. Otro club famoso fue el del Fuego del Infierno, creado por el excéntrico conde de Rosse, curioso personaje que en cierta ocasión recibió al medico dando saltos en pelotas y corriendo, a continuación, hasta la puerta de la calle para insultar a gritos a cuantos transeúntes se encontraba.