Caridad del presente
Atrás, a la mitad de la mitad de un siglo
ver este cuerpo hubiera sido acaso
el reverso de una derrota
Mañana, cuando mi corazón esté humillado
por otros veinticinco tendones de vejez
ver este cuerpo sería como un sepelio apocalíptico
con un protagonista espantoso: mi vida
Pasado, porvenir: dos desvaríos
cuya remota o prometida infamia
hoy aminora tu hermosura
Félix Grande, las rubáiyátas de Horacio Martín
martes, 21 de octubre de 2014
sábado, 11 de octubre de 2014
POESÍA ERÓTICA
-Si me desmandase,
velo diciendo,
que poquito a poquito
lo voy metiendo.
-Ya lo va metiendo,
y me ha lisiado,
mas prosiga, aunque duela,
lo comenzado.
-Muerda de la toca,
y estése queda.
Porque desta vez sola
la dejo abierta.
Anónimo, Diálogo en seguidillas
No hay más de una camisa muy delgada:
alzada ésta, todo está acabado.
No hay pierna allí con pierna muy cruzada,
todo está abierto, todo aparejado,
ningún estorbo hay para la entrada,
agora vaya flojo, agora alzado;
en fin todos los gustos más preciados
pierden con sus mujeres los casados.
Anónimo, Aquel llegar de presto y abrazalla
¡Cuánto es mejor estar encima della
besándola, mordiéndola, apretándola,
moviéndose al compás que lleva ella,
y cuando allí se turba, contemplándola,
y si ella acaba antes, detenella,
y si él acaba antes, esperándola!
Anónimo, No se fatigue, no, la bella dama
velo diciendo,
que poquito a poquito
lo voy metiendo.
-Ya lo va metiendo,
y me ha lisiado,
mas prosiga, aunque duela,
lo comenzado.
-Muerda de la toca,
y estése queda.
Porque desta vez sola
la dejo abierta.
Anónimo, Diálogo en seguidillas
No hay más de una camisa muy delgada:
alzada ésta, todo está acabado.
No hay pierna allí con pierna muy cruzada,
todo está abierto, todo aparejado,
ningún estorbo hay para la entrada,
agora vaya flojo, agora alzado;
en fin todos los gustos más preciados
pierden con sus mujeres los casados.
Anónimo, Aquel llegar de presto y abrazalla
¡Cuánto es mejor estar encima della
besándola, mordiéndola, apretándola,
moviéndose al compás que lleva ella,
y cuando allí se turba, contemplándola,
y si ella acaba antes, detenella,
y si él acaba antes, esperándola!
Anónimo, No se fatigue, no, la bella dama
miércoles, 8 de octubre de 2014
PAUL VERLAINE (1844-1896)
Poeta francés nacido en 1844 y muerto en París en 1896.
Su aspecto físico, su acre humor y su extrema afición al vino contribuyeron a la vida inestable, desarraigada y miserable que llevó; una de sus etapas de mayor exaltación y desastrosas consecuencias fue la de sus amores con un jovencísimo Rimbaud. Poeta musical y de gran habilidad versificadora, dejó aflorar lo irregular y desmedido de su vida sexual en Las amigas (1867), colección de seis sonetos que desarrollan el tema del lesbianismo, obra en la que se manifiesta claramente la influencia poética de Baudelaire.
En las series de poemas Mujeres y Hombres (1890), en los que alude a sus amores hetero y homosexuales, y en Paralelamente (1899), donde sus aspiraciones religiosas y místicas se funden con su sexualidad exaltada y alcanzan efectos de soberbia grandeza.
Su aspecto físico, su acre humor y su extrema afición al vino contribuyeron a la vida inestable, desarraigada y miserable que llevó; una de sus etapas de mayor exaltación y desastrosas consecuencias fue la de sus amores con un jovencísimo Rimbaud. Poeta musical y de gran habilidad versificadora, dejó aflorar lo irregular y desmedido de su vida sexual en Las amigas (1867), colección de seis sonetos que desarrollan el tema del lesbianismo, obra en la que se manifiesta claramente la influencia poética de Baudelaire.
En las series de poemas Mujeres y Hombres (1890), en los que alude a sus amores hetero y homosexuales, y en Paralelamente (1899), donde sus aspiraciones religiosas y místicas se funden con su sexualidad exaltada y alcanzan efectos de soberbia grandeza.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Poema
¿Qué hacer con este barco que hace agua?
¿Dejarle que repose?
¿Sacarle la resina de las tablas?
¡Limpiarle con la lengua el brote de la hoja
verde que cría hasta que se haga bosque?
Luis J. Moreno
¿Dejarle que repose?
¿Sacarle la resina de las tablas?
¡Limpiarle con la lengua el brote de la hoja
verde que cría hasta que se haga bosque?
Luis J. Moreno
jueves, 25 de septiembre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
JEAN GENET (1910-1986)
Nacido en París en 1910, llega a la literatura tras unos años de vida azarosa y marginada. Sin haber conocido a su padre y abandonado por su madre, su infancia y su juventud transcurren entre orfanatos y correccionales y en un mundo de mendicidad y de vicio. A partir de 1940 se manifiesta como autor de una obra cínica y a la vez expresión de un misticismo del mal, que no ahorra los aspectos obscenos, provocadores o filosóficos.
Todos estos amargos condicionamientos determinaron su áspera y radical visión de la sociedad y sus premisas, a la que un erotismo casi visceral presta aliento y acaba por fundamentar toda su obra. Publica Nôtre Dame-Des-Fleurs (1944), Miracle de la rose (1946), Pompes fùnebres (1947), Le journal du voleur (1949) y Querelle de Brest (1953), obras en las que recuerda las peripecias vividas en su juventud y que integra al contexto de su experiencia carcelaria. Su contribución al teatro se prolonga en las que serían sus obras de escándalo y progresiva agudización de los conflictos de clases y la relación sexual permanente: Haute Surveillance (1949), Le Balcon (1956), Les Nègres (1957) y Les Paravents (1957).
Genet concibe al hombre como un animal esencialmente mísero y sujeto a sus pasiones irreconciliables, inmerso en una sociedad que rechaza por su eficaz y malhadada degradación del individuo. En su obra se reseña la ambigüedad de todo y la pulsión de la muerte como única y dramática salida.
Un Chant d´Amour (1949)
Todos estos amargos condicionamientos determinaron su áspera y radical visión de la sociedad y sus premisas, a la que un erotismo casi visceral presta aliento y acaba por fundamentar toda su obra. Publica Nôtre Dame-Des-Fleurs (1944), Miracle de la rose (1946), Pompes fùnebres (1947), Le journal du voleur (1949) y Querelle de Brest (1953), obras en las que recuerda las peripecias vividas en su juventud y que integra al contexto de su experiencia carcelaria. Su contribución al teatro se prolonga en las que serían sus obras de escándalo y progresiva agudización de los conflictos de clases y la relación sexual permanente: Haute Surveillance (1949), Le Balcon (1956), Les Nègres (1957) y Les Paravents (1957).
Genet concibe al hombre como un animal esencialmente mísero y sujeto a sus pasiones irreconciliables, inmerso en una sociedad que rechaza por su eficaz y malhadada degradación del individuo. En su obra se reseña la ambigüedad de todo y la pulsión de la muerte como única y dramática salida.
Un Chant d´Amour (1949)
martes, 23 de septiembre de 2014
PAUL ELUARD (1895-1952)
Influido por la situación española de la guerra civil, incorpora a su poesía una muy clara postura política que le lleva a ingresar en el partido comunista en 1942.
Diversas obras suyas aparecidas en ese período -Poésie et vérité (1942), Dignes de vivre (1944), etc-, proporcionaron las letras a algunos himnos y canciones de la resistencia.
Su poesía amorosa plantea el abandono de la posesión en un intento de renovar constantemente las contradicciones entre los sexos. En Corps mémorable (1948), escrito tras la muerte de su segunda mujer, y la Inmaculada Concepción (1930), presenta la certeza del total triunfo del amor. Esta convicción la mantendría en la La Rose publique (1934), Le temps débordé (1947), Phenix (1951), y en algunos pasajes de Château des pauvres (1953), aparecida al año de su fallecimiento, sin que sus penosas circunstancias personales interrumpieran su dolorosa felicidad.
domingo, 21 de septiembre de 2014
Por ejemplo
de casernarios paredones donde
Hansel
y Grettel
morirían
de amargura
Bestias pardas
incapaces de sedas:
no sabéis
diferenciar un clavicordio
de una locomotora disfrazada
A la fiesta galante del trabajo cantado
nadie os invitará: podéis quedaros
jugando en los cuarteles a ver quién es más
macho
y darle (es cosa vuestra) gusto al dedo
acariciando el clítoris
del máuser siempre presto a calentarse.
Anibal Núñez Cartapacios (1972)
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