miércoles, 20 de julio de 2016

Fabulilla del carajo que, harto ya de pecar, rindió su furia vagabunda

    
     Este que veis aquí, triste carajo,
pálido, desmedrado, ruin, canijo,
fuera en tiempos ya idos arquepijo
y rey de los cipotes a destajo.
¡Oh, el inclemente y fiero desparpajo
con que embestía contra el entresijo,
do lo hubiere! ¡Oh, el ardido amasijo
que escupía su fiero y gentil tajo!
Pero el tiempo pasó y la calentura,
y aquella máquina infernal de entonces
ya no es héroe ni de héroe es su figura.
¡Ay, la miseria en que pararon bronces!
¡Ay, el dolor con que dejó el trabajo,
quien fue carajo y terminó en badajo!
                                                                                           Camilo José Cela