viernes, 28 de agosto de 2015

Léxico sucinto del erotismo

Escritores allegados al movimiento surrealista de posguerra, inspirados por André Breton, deciden redactar un pequeño y manejable vocabulario sobre el Erotismo. Este modesto artefacto, pleno de ironia y de cinismo, fue utilizado por primera vez como catálogo de la exposición internacional surrealista que se realizó en París, en 1959, sobre el tema "Eros". 
Además de las contribuciones de su inspirador André Breton, colaboraron en su redacción las más destacadas figuras del movimiento surrealista: Octavio Paz, Alain Joubert, André Pieyre de Mandiargues, Joyce Mansour, etc.

 Afeites. - Según Tertuliano, ungüentos y polvos cuyo secreto enseñaron a las mujeres los ángeles caídos. Los usan para seducir a los hombres, pero asimismo para ocultarse su propia desnudez. Colaboradora diurna del hombre, la mujer sólo se maquilla la cara, pero la criatura nocturna se unta igualmente aquellas partes ocultas en las que su cuerpo se entreabre y se eriza.
Amazonas. - Pueblo mitológico de mujeres guerreras, cuya materialización ha contemplado a veces la historia. Esta concepción delata un temor profundamente anclado en el corazón del hombre respecto a una independencia femenina agresivamente afirmada. En el terreno erótico, la Amazona representa la mujer ávida de conquistar su autonomía sexual, de romper con su "infinita esclavitud". La Pentesilea de Heinrich von Kleist sigue siendo la traducción más impresionante y más lúcida de esta lucha entre el orgullo conquistador y el devorador apetito de ternura. 
Ardor. - Deseo llevado a su paroxismo. "Ve, pues, tiéndete sobre el cuerpo de nieve de Octavia y da curso a tus ardores." (Nicholas Chorier)