sábado, 9 de julio de 2011

EROTISMO vs PORNOGRAFIA

" EL HABITO NO HACE AL MONJE PERO OCULTA SUS ERECCIONES "
          Matthew Lewis (1775-1818) El monje

Desde los preceptos antifeministas del Levítico hasta las legendarias jornadas del divino Marqués de Sade, toda la cultura judeocristiana aparece atravesada por una maladie persistente y tenaz que nació con la implantación de una sociedad monogámica y puritana, ascética y autopinitiva.
La cultura judeocristiana introdujo el abominable fetiche de la castidad y quizás valga la pena recordar que ninguna actividad derivada de las necesidades biológicas ha sufrido a lo largo de la historia tan severas reglamentaciones, cortapisas, censuras, corsés y tabúes como el ágape erótico.
El ritual de la nutrición se efectua en público, sin escándalo ni sonrojo para nadie, lo mismo que ocurre con la emision de mucosidades nasales en un pañuelo. La defecación de excrementos se suele efectuar en privado pero nadie pretende hacer creer a sus semejantes que no la practica. Pero si el Eros nutritivo y el Thanatos anal gozan de franquicia en nuestra cultura, la actividad erótica debe ser ocultada vergonzosamente. El erotismo es un hecho cultural, es la manifestación culta de la sexualidad mientras que la pornografía sería la manifestación mercantil.
El erotísmo es la cultura del sexo, por el cual el hombre se despega de la zoología y a él le debemos el orgasmo de la mujer, el arte de Boticelli y los poemas de Baudelaire. La cultura, el fondo de nuestra cultura, no es sino un trenzado de cuerpos, una larga y complicada cópula. Alguien dijo que la Cultura es una gran Celestina.
                                                               Manuel G.